viernes, 10 de mayo de 2013

River, River, River, River... ¿Y Banfield?

Parece que Matías Almeyda no logró cerrar su historia en River y ni se acuerda que es el técnico de Banfield.
Asumió con chances de descontarle a los punteros y soñar con el ascenso, pero en vez de enfocar toda su energía en mejorar el pésimo nivel del equipo se la pasa declarando sobre River.
En octavos de la Copa Argentina gracias a una victoria con un árbitro comprado, el entrenador salió a decir que no le hubiese gustado enfrentarse con River en la próxima instancia.
River por acá, River por allá. Todo es River en la cabeza de Almeyda, tanto que aseguró: "Si River se volviera a ir de la A, diría "que bueno, porque lo volvería a dirigir", ya que Ramón no lo haría".
Aún sin darse cuenta de que el hincha de Banfield nota claramente que el juego no mejoró y que el Taladro sólo hizo un gol en cinco partidos del torneo con él en el banco, el perdido técnico tiró un "por ahora no pienso en volver a River. Quiero dejar una marca en Banfield, ascenderlo el año que viene".
¿El año que viene? ¿Por qué se contrato un técnico tan cagón? ¿Por qué no soñar con una remontada si los de arriba no paran de dejar puntos en el camino?
Mientras, los dirigentes juegan a dibujar números y armar sociedades para manejar con impunidad los ingresos de Banfield. Nadie le avisa a Almeyda que la paciencia se está acabando mucho más rápido de lo pensado.