El gol de Quintana a los 13 segundos le dio un duro golpe al Taladro, que después logró emparejarlo con un preciso tiro libre de Iván Pérez. Hasta ahí, todo era normal, Banfield pasaba algunos sobresaltos en defensa pero nada hacía pensar que la segunda derrota consecutiva estaba formándose.
El quiebre se daría en el complemento, con una mano de un defensor de Huracán que Trucco vio adentro del área y cobró penal cuando claramente el contacto había sido afuera.
El encuentro debió demorarse durante siete minutos porque desde la tribuna visitante voló una piedra que dio en la cara del árbitro. Hasta ahí, sacando la violencia, nada fuera de lo común. Pero mientras atendían al juez, alguien (se rumorea que de Fútbol Para Todos) le aseguró que la mano había sido totalmente afuera del área. Al regresar el juego, finalmente Trucco dio marcha atrás en su decisión, cobró tiro libre y todo Banfield explotó. ¿Qué hubiese pasado si no recibía ese aviso? Seguramente todo hubiese continuado con la ejecución del penal a través de Silvera.
Lo cierto es que unos segundos después, Huracán se encontró con el segundo otra vez por intermedio de Quintana. Derrota merecida para Banfield, porque su defensa fue error tras error y el mediocampo, a excepción de las ganas de Prichoda, poco mostró. Pero nos metieron la mano, otra vez. Y eso no nos gusta. Ojalá alguien haga algo para que no vuelva a pasar.
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